miércoles, 29 de mayo de 2013

Una nota más sin sentido


Podría empezar mentando madres, a la distancia, a los malos entendidos, a las constantes grietas de la vida o a cualquier otra excusa para éste pensamiento. Pero no, no hay pero alguno. Y es que en realidad no existe culpable.  No hay culpa en cuanto se refiere al tiempo. ¿Cómo podría culpar algo que es constante e inevitable?

El tiempo debería se considerado un elemento más (opinión personal con el poco conocimiento de la física y química) y es que más que una dimensión más, va moldeando todo lo que toca. Me atrevo a decir que es el poder por excelencia, que en manos de alguien mortal podría llegar a ser el dios definitivo de nuestros tiempos.

¿Y a qué voy con esto?

Pues bien, el tiempo va formando y deformando lo que está a su alrededor. Nosotros somos parte de ese proceso. No somos la misma persona de hace un día.
Ciertamente hay más variables que juegan para irnos transformando, pero el tiempo es el jinete que tiene en definitiva el control.
Cada instante que vivimos, vamos adquiriendo un conocimiento, y es éste el que va formando dentro de nuestras mentes el principio de todos nuestros males: la idea.

Una idea creó a Alemania y una idea destruyó a toda Europa. La idea que nace de nosotros es la que nos va definiendo quiénes somos. Nos va juntando con la gente que la comparte, y nos separa de las que estamos en desacuerdo. 
No podemos culpar al razonamiento humano de nuestras disputas, ya que es eso mismo lo que nos hace ser un ser.


Es difícil cuando las ideas chocan con las personas que están a tu alrededor. Y no por eso se deben deja discriminar o atacar sin sentido alguno (ni que fuéramos Nazis). Simplemente necesitan su espacio para seguir creciendo hasta que se marchiten y mueran para dejar nacer otras; el ciclo de las ideas en base a la negación de éstas.

Repito no es una excusa para los eventos acontecidos, solamente es un razonamiento para tratar de entender como llegamos a éste punto de nuestras vidas. Vidas cruzadas y paralelas.

¿Molesto? No. ¿Rencoroso? Mucho menos. ¿Cómo se puede olvidar lo que alguna vez marcó tu vida, ó qué en otra ocasión volverá a marcarla?
La vida merece indiscutiblemente el beneficio de la duda, puesto que nuestras ideas se van transformando a diario gracias al tiempo.

Hay que entender que todo cambia, y dependiendo del punto de vista puede ser para bien o para mal.


“Farewell! My still friend”