martes, 9 de abril de 2013

Marcha o Muere


La bestia detrás de nuestros ojos está suelta. El día ha llegado. Marchamos al Armagedón; hambrientos por la guerra. Veo al enemigo furioso, veo lo que me enseñaron a ver.
Y uno de nosotros hincará la rodilla. Nosotros entendemos la ley.

La sangre brota de nuestras piernas al marchar.

Nuestros ojos están reparados y salvajes; buscando la guerra. Nuestra declaración lidia en sangre y mentiras. 100 millones de llantos ahogados, 100 millones de vidas desperdiciadas. Ya se han ido para siempre.

Marcha o muere.
El olor a muerte está en el aire. Nunca fallamos en satisfacernos. Desgarramos con dientes y garras.

Espada, escudo y una bota militar.
Nos encanta matar, nos encanta probar nuestra propia sangre y retorcernos en ella.

Niños lloran y viudas gimen. Nuestro sistema de educación colapsa. Para esconder nuestra culpa construimos mas cárceles; y vamos a construir aún más. Nuestros bosques mueren, el dominio completo; que eso nos puso en la tierra por oro. Aumentarán diez mil veces más, y nadie sabrá para qué.

Marcha o muere.
Defeca, despoja y miente; haz trampa,  disimula, predica y espía. Construye tu casa de paja.

Ríe y llora.
El ocaso sangriento ahoga el cielo. Para que la tierra sane debemos morir; nadie merece más.

Les cuento mis amigos, que nosotros estamos condenados. Ha llegado el tiempo. Vivimos entre una casa de osario; podrida hasta el núcleo. Glorificamos la lujuria, codicia y el dolor. Ahogamos nuestra esperanza en una lluvia envenenada. Apuntamos nuestros dedos al culpable. La ambición nos convierte en prostitutas.

Marcha o muere.
Todas nuestras vidas son un chiste cósmico. Llena tus días con orina y humo; el lobo aguarda en la puerta.

Quema y baila.
Sexo, muerte, tortura y un falso romance. Aúlla; no tienes oportunidad.
Arde y no te levantes más.

Muere.

-Lemmy Kilmister.


miércoles, 3 de abril de 2013

¿A dónde va?


Un viaje, una idea perdida, una búsqueda.

Cruzar el océano y descubrir las tierras imperecederas, ocultas de todo mal para jamás ser pintadas en algún mapa. Recorrer caminos infinitos entre bosques y desierto para al final encontrar el fin del mundo; el límite de está línea imaginaria puesta por aquellos que habitan en el universo. Dormir bajo el domo de estrellas, soñar con su eterna vida y volver a la tierra.

¿Dónde acaba el viaje? ¿Dónde surge la razón? ¿Dónde empieza el cielo y dónde termina la tierra?
No hay fin, pero tampoco hubo un comienzo. Y es que el fin de un viaje es el inicio de otro. 

Todo es un ciclo impulsado por una fuerza inexistente que nos llena de misterio. Es aquel misterio el que inicia nuestro viaje; buscando una idea perdida.