La bestia detrás de nuestros ojos está suelta. El día ha
llegado. Marchamos al Armagedón; hambrientos por la guerra. Veo al enemigo
furioso, veo lo que me enseñaron a ver.
Y uno de nosotros hincará la rodilla. Nosotros
entendemos la ley.
La sangre brota de nuestras piernas al marchar.
Nuestros ojos están reparados y salvajes; buscando la
guerra. Nuestra declaración lidia en sangre y mentiras. 100 millones de llantos
ahogados, 100 millones de vidas desperdiciadas. Ya se han ido para siempre.
Marcha o muere.
El olor a muerte está en el aire. Nunca fallamos en satisfacernos. Desgarramos
con dientes y garras.
Espada, escudo y una bota militar.
Nos encanta matar, nos encanta probar nuestra propia sangre y retorcernos en
ella.
Niños lloran y viudas gimen. Nuestro sistema de educación
colapsa. Para esconder nuestra culpa construimos mas cárceles; y vamos a
construir aún más. Nuestros bosques mueren, el dominio completo; que eso nos
puso en la tierra por oro. Aumentarán diez mil veces más, y nadie sabrá para qué.
Marcha o muere.
Defeca, despoja y miente; haz trampa,
disimula, predica y espía. Construye tu casa de paja.
Ríe y llora.
El ocaso sangriento ahoga el cielo. Para que la tierra sane debemos morir;
nadie merece más.
Les cuento mis amigos, que nosotros estamos condenados. Ha
llegado el tiempo. Vivimos entre una casa de osario; podrida hasta el núcleo.
Glorificamos la lujuria, codicia y el dolor. Ahogamos nuestra esperanza en una
lluvia envenenada. Apuntamos nuestros dedos al culpable. La ambición nos
convierte en prostitutas.
Marcha o muere.
Todas nuestras vidas son un chiste cósmico. Llena tus días
con orina y humo; el lobo aguarda en la puerta.
Quema y baila.
Sexo, muerte, tortura y un falso romance. Aúlla; no tienes
oportunidad.
Arde y no te levantes más.
Muere.
-Lemmy Kilmister.