domingo, 23 de septiembre de 2012

Las cosas como son




A mitad de una inútil búsqueda, sumergido en el caos de mi cuarto, me detengo, veo un extraño papel doblado en un sin fin de veces, se ven unas pequeñas letras y se nota que ya tiene tiempo encerrado en aquel cajón. Un diminuto cuadro de papel.
Posiblemente llevaba rato esperando a ser encontrado nuevamente, decidió quedar en un estado en donde pudiera añejar su contenido y darle más valor a su material. Para mí en un principio era un misterio. No por saber que era, al contrario, yo sabía (y sé) que es exactamente; el enigma lo causaba el volver descubrir tal recuerdo.

Lo tomé y lentamente lo fui abriendo mientras en mi mente los pozos de mis memorias empezaban a desbordarse con recuerdos encadenados a ese papel. Lo leí y solamente se me ocurrió una cosa: "Esto vale millones… para mí".
Era la primera página de mi historia/novela que comencé a escribir a mitades de segundo de secundaria y que aún hoy en día no logro terminar; siendo que ya se modificó bastante. 

Ese evento, es el catalizador de esta nota. Desde hace rato quería escribir un poco, pero no encontraba tema apropiado para contarlo, y he aquí por fin, después de un suceso al azar, escribo, mucho o poco, pero tratando de expresarme de la mejor manera.

Observo ese papel, y veo el tiempo de atrás: las cosas que fueron, que nunca sucedieron, que quedaron en duda, que me perturban hoy en día o que jamás sabré su destino. Leo sus palabras (las mías) y me cuento a mi mismo, como era mi forma de pensar y de contar las cosas por las que pasaba en aquellos ayeres de mi vida. Encuentro dentro de esos párrafos un momento de paz y reflexión;  es como si de repente me hubiera encontrado con un resumen de mi trayecto hasta este punto; un "checkpoint". 
¿Nostalgia? No puedo mentir. Un tanto de ese sentimiento recorre mis dedos mientras escribo, y otro más se adentra a mi mente mientras tengo la idea de que las cosas están por cambiar. Si hay detalles que me llevan a recordar situaciones nada agradables. Me quedo hablando a mis adentros: "¿Qué demonios estaba pensando cuando escribía o hacía tal idiotez?" Vergonzoso, pero al mismo tiempo gracioso, y es que ya no me preocupan, fueron tropiezos en los cuales ya no eh vuelto a caer.

Nunca pude cerrar la puerta de mi pasado situado antes de la preparatoria. Y me cuesta mucho a veces asimilar los cambios hechos dentro de mí, quiero en ciertas ocasiones regresar a lo anterior para ver si mi lado enterrado (no perdido, simplemente no germinó) pudiera volver. Hay cosas que malamente abandoné y otras en cambio merecen ser eliminadas totalmente.

¿Y a dónde pienso llegar con esta nota? A ningún lado, sólo quiero continuar haciendo una de las mejores cosas para relajarme y quitarme esa carga de contar algo. Me gusta compartir.
Aquella nota estaba ahí por algo, obviamente yo la dejé ahí, sin embargo, que esperara el momento indicado (hoy) para dejarse ver y desatar en mí una serie de recuerdos, es algo que ninguna religión pudo haber previsto.   

Nos atacan y atacaremos

Es interesante como una persona con una gran fuerza y una única visión puede llegar arrastrar a masas para lograr sus objetivos. Su convicción fue tal que supo rodearse de la gente más apta para poder hacer llegar su idea a millones y que después lo siguiesen a donde fuera, e incluso hasta dar la vida por el.

El persona Adolf Hitler me resulta bastante interesante. Es símbolo del mal y su nombre viene cargado de más de cincuenta millones de muertes, una Europa devastada y un holocausto con aproximadamente 6 millones de personas fallecidas dentro de campos de concentración.
Sin embargo, esta personal infernal, pudo sacar a un país, no sólo de la crisis, sino de una completa derrota mundial en la que tuvieron que pagar los "platos rotos". Él creyó en su gente y ellos a su vez le correspondieron con su apoyo; y si, con un lavado de cerebro, pero uno muy bueno en donde trajo estabilidad dentro de los límites del Tercer Reich.